Copio un fragmento de un email que le estoy escribiendo a una amiga.
Es terrible. odio estar así de sensible.ahora voy y me pongo a llorar con la versión del dvd de L'aurora....me mata casi tan dulcemente como el poema número 20.....ayer no paraba de acordarme de mi primo, el del léxico alucinante y la pronunciación increíble para un crío de 2-3 años (en mi familia hay cada especimen... como una niña de 7 años q te suelta "porque lo ha visto en tom& jerry" frases en francés, o te identifica plenamente palabras en otro idioma... pero bueno, gente así son los "menos", la mayoría pertenecemos al género "cazurro").....
me acordé de él pq cnd se cayó de cabeza en medio de la comida del bautizo y dejó de llorar vino hacia mí y me dijo "me he caído, qué tonto que soy" (ahora q lo pienso me recuerda al niño del vídeo de rw;)). lo repitió un par de veces y luego se puso a jugar con su otro primo mientras yo les explicaba la relación entre la canción "un elefante se balanceaba" y una telaraña q había en dnd estábamos (la vieja escuela de mi pueblo se habilita para bodas, bautizos, etc).
Me acordaba por el "qué tonto que soy". yo me siento un poco gilipollas en este tipo de situaciones. pero bueno, siguiendo el ejemplo del niño: se pegó una hostia tremebunda (pero de las de NO LEVANTAR CABEZA), y lloró, vaya q si lloró. pero al rato dejó de llorar y se bajó de los brazos de su mamá... y después de recordarme con una sonrisa q era un tonto se puso a jugar.
les envidio. seguro q ya no se acordaba de la voltereta y testarazo contra la pared. siguió adelante.
me imagino cómo será su vida si tuviera q llevar encima el lastre de todas sus caídas. si tuviera q llorar toda su vida por todas las veces que se cayó. creo q entonces no sería feliz..... nunca pensé q un niño de dos años me diera una lección vital.
... e poi quel che sarà, sarà...
1 comentario:
Pues nada, que he estado leyendo tu blog y me ha gustado... No te comento muchos posts antiguos para no marearte.
Y desde luego que se aprende de los niños, o más bien reaprendemos lo que olvidamos de mayores. Habrá que hacerles más caso...
Besos
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