9 de febrero de 2006

Sea egoísta, ayude a los demás

"SEA EGOÍSTA: AYUDE A LOS DEMÁS"

Tengo 48 años. Aprecio la madurez: a más testosterona, menos sabiduría, porque te hace más competitivo de lo que te conviene. Aprecio que el universo tiene dirección y sentido. Soy clintonita y demócrata, un centrista, pero mi país se ha ido tan a la derecha que ahora me he convertido en izquierdista.

Fue asesor de Clinton en política exterior: Robert Wright.

Ganar juntos
Profesor de Princeton, es autor de algunos de los ensayos más celebrados por el presidente Clinton, quien lo definió como autor de "su biblia personal en relaciones internacionales". su "lógica del destino humano" estuvo entre los doce mejores libros del 2000 para New York Times Review of Books. Wright, en una especie de reverso del darwinismo, está convencido de que la humanidad depende cada vez, más de situaciones con leyes de suma no nula (todos ganamos o todos perdemos) y cada vez menos de situaciones de suma nula (si tú ganas, yo pierdo). De este modo, la cooperación no es altruismo, sino puro egoísmo, y además un egoísmo inevitable, porque la alternativa es la destrucción de ese barco que es el planeta en el que hoy todos viajamos.

La historia es un barco en el que cada vez viajamos más humanos durante más años....
¿No era antes así?

-
Antes había muchos barcos de muchas civilizaciones navegando a velocidades distintas incluso sin saber que los otros barcos, las demás culturas, existían, pero el único modo de que la humanidad siguiera avanzando ha sido metiéndonos todos en un mismo barco. El problema es que, si no nos acomodamos todos, el barco acabará por zozobrar: eso es la globalización.

¿Y quién manda en el barco?
- El código que rige a bordo del planeta es el de un juego de suma no nula.

Explíquenoslo.
- Un juego de suma nula, en cambio, es el tenis. Si usted gana, el otro pierde. Lo que es bueno para usted es malo para el contrario.

De acuerdo.
- Un juego de suma no nula sería el matrimonio: o ganan los dos o pierden los dos.

Pues depende...
-... Tiene razón: lo exacto es enunciar que toda relación humana tiene una parte de suma nula, como el tenis, y una parte de suma no nula, como el tenis a dobles. En el tenis a dobles, si te equivocas perjudicas al compañero, aunque beneficies a los contrarios.

Mejor buscarse un buen colega.
- Otro juego mixto es vender coches: al principio es un juego de suma no nula, porque la operación beneficia por igual a vendedor y comprador hasta fijar un justiprecio en el que los dos ganan. Pero la última fase de regateo en la venta, en la medida en que se aleje del justiprecio, se convierte en un juego estricto de suma no nula: lo que gana el uno lo pierde el otro.

En la pareja el asunto va variando.
- Al principio, en el enamoramiento es suma no nula y, con el tiempo, surgen más situaciones de suma nula.

¿Cómo se distingue un juego de otro?
- Por el flujo de la información. El Nobel Shelling me lo resumió en una frase: "en un juego de suma cero, el intercambio de información es cero". Si dos entrenadores de fútbol coinciden el día antes de un partido, hablan de todo menos del partido para evitar dar información al contrario. En cambio, una pareja de enamorados en vacaciones es pura suma no nula: la felicidad del otro es la propia y la misma. Por eso se comunican, incluso sin hablar, cada sensación en cada instante.

¿La humanidad evoluciona?
- Tras el holocausto hubo, incluso, una corriente científica que negó el progreso moral.

Diríase que con cierto fundamento.
- Pero hoy es innegable, mirando toda la historia, que tratamos mejor a nuestros semejantes que la Atenas clásica, por ejemplo, que ni siquiera consideraba seres humanos a los no griegos. Lo esencial es comprender que la tecnología nos ha llevado hasta un punto en el que o también progresamos moralmente o nos hundiremos. Y progresar moralmente es considerar, por ejemplo, el sufrimiento iraquí igual que el de tus paisanos.

Alejandría inventó la máquina de vapor, pero no la aplicó porque ya tenía esclavos.
- Y durante siglos, las civilizaciones centroamericanas desconocieron la china, pero hoy si un chino pilla la gripe aviar la puede contagiar en Guatemala tras horas de vuelo. Por eso la política exterior de ambos países no puede ser la misma hoy que con los mayas.

Si uno se resfría, estornudamos todos.
- O cooperamos todos o nos hundimos todos. Hoy no es posible ningún imperio contra todos. Si no practicamos ese egoísmo ilustrado y altruista, si no consideramos nuestros los problemas de todos, nos hundiremos. La lección de nuestra era es: sea egoísta y ayude a los demás. Y los demás es todo el mundo.

¿En qué sentido?
- Usted puede ignorar el SIDA en África, pero en la medida en que lo ignora se arriesga a que se lo contagien en un hospital de su barrio, porque hoy el virus viaja en reactor. Si ignora el Tercer Mundo, el Tercer Mundo invadirá su barrio. Mejor preocuparse, pues.

Si habla de "alianza de civilizaciones", le llamarán "ingenuo y bonista".
- Esa alianza es puro realismo. Sólo quienes se sitúan estúpidamente fuera de la historia analizan el mundo con estrategias de suma nula: "o ellos o nosotros". Los ingenuos son quienes analizan el mundo como si aún hubiera un imperio y unos bárbaros. Clinton, que recomendó mis libros, era entusiasta de las alianzas, y aplicaba estrategias de suma no nula a su política exterior.

Por ejemplo.
- Por ejemplo, Bush padre se enfrentó a China en suma nula. Si ganaba China perdíamos nosotros. Clinton comprendió que aumentar las interdependencias con China nos beneficiaba. Su deber no es dominar el mundo sino mejorar la vida de todos.

¿Y Bush hijo?
- Él y sus ideólogos actúan como si la humanidad aún viajara en barcos distintos: han afrontado el terrorismo como una guerra convencional. Grave error. No se trata de invadir países, sino de conquistar la opinión pública mundial, que es lo que está en juego: el 11 S fue un inmenso golpe de efecto global. Nada que ver con Pearl Harbour.

¿Cómo contrarrestar el terrorismo?
- La ayuda estadounidense a los países del tsunami ha hecho más contra el terrorismo que las guerras. La invasión de Irak, en cambio, da la razón a los terroristas porque habla a todo el planeta en su mismo lenguaje medieval de violencia y choque de culturas.

"Nadie puede ser feliz si los demás son desgraciados".
- ¡Eso es de Charles Darwin! ¿Alguien puede acusarle de ingenuo?.

Lluis Amiguet
La Vanguardia, 19 de diciembre de 2005

1 comentario:

marga dijo...

Teorías muy muy interesantes, que les convendría leer a muchos pirados que nos tienen entre sus manos...
Pero qué mal está el mundo...