5 de abril de 2006

Appareances are deceptive

¡toma título en inglés!
Dicen las (malas) lenguas en castellano que la confianza da asco.
A veces, o la mayoría de las veces, sucede que crees cómo es una persona, o dos. Y luego la realidad te cambia los (pre)juicios que te habías formado (buenos o malos). Habitualmente me ocurre que mis juicios antes de conocer a una persona son tan equivocados que me sorprende (habitualmente para bien) esa persona. Me encanta ser gilipollas, tener los radares mal instalados y equivocarme en esto.
Pero esta semana me he dado cuenta de dos personas a las que creía conocer resulta que tal vez no conozca tanto. No debería juzgar a nadie por sus ideas pero a la vez se me hace incompatible que piensen las cosas que piensen. Me he llevado dos decepciones de las buenas.
Me encanta Madrid y sé que, como Ismael Serrano, yo siempre vuelvo a Madrid (hablo a medio y largo plazo) pero hoy no encuentro tolerancia a mi alrededor. Tolerancia cero.
Son las 12 menos veinte de la noche, he llegado hace una hora y media escasa. Estoy desgastada. Pero quedan muchas cosas por hacer. Y luego los jóvenes somos muy inmaduros, como publica hoy la prensa. En serio, este tipo de generalizaciones ya no me escandalizan, me ABURREN: que se metan sus estadísticas por donde les quepa.
Buenas noches

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