24 de abril de 2006

"Telefonando"

Hay cosas que no entiendo. Tengo q llamar a 5 personas que han ganado un producto de mi empresa, los 5 son de las Islas Canarias y he de llamarlos porque sin su DNI no les llega el regalito (porque se bloquea en el mar, en Gibraltar o desde donde lo envíen) ……

Llevo tres días para llamarlos y hoy me quedaban dos:
1. Un hombre... siempre me salta el contestador. Hoy ya le dejo por fin mensaje porque NO SE HA DIGNADO a mirar el email en 5 días. Como no se haya muerto yo no me lo explico (lo del muerto ya me pasó una vez). Compré un libro a un hombre de Como. Un libro inencontrable. Un incunable de música italiana, por asi decirlo. Le hice el giro postal y al mes o así me lo devolvieron por causa de "fallecimiento". Claro, con razón no me respondía los emails.

2. Una mujer que da el número fijo de su casa (no da móvil ni email) y, por supuesto, nunca está en su casa: trabaja toda la mañana y en teoría está a partir de las 14.15. Ninguno de los 3 días estuvo a la hora señalada. Su hija, hermana, asistenta, madre o quien sea la persona que coge el teléfono (siempre la misma) es una tonta de cojones, que incluso me ha llegado a colgar. Menos mal que el jueves se me ocurrió decirle que le dejara una nota a su hija, hermana, madre, jefa o lo que sea la ganadora del regalín porque hoy, por fin, tengo su DNI. Eso sí, me ha costado como 10 minutos que me lo diera porque "le daba miedo".Literal. Por una puta ******. Joder, si no la quieren que no manden el cupón. En fin…cosas de la vida.
Así que a partir de ahora pienso no creerme ni una carta de esas de las revistas, o mensajes en foros o lo que sea que digan que "pues gané no sé qué y nunca me llegó".

Y a mí me dan ganas de no ser simpática por teléfono porque piensas "si te tratan así cuando vas a regalarles algo, ¿cómo te tratarán cuando trates de venderles algo?".

Cuando me llaman para venderme algo suelo ir desviando temporalmente el "no". Hastas que al final lo suelto. He sido borde un par de veces. La última, home english creo recordar, me llama a las 22 hrs. Lo primero que le suelto "¿a usted le parece normal llamar a estas horas?" y me responde "fue la hora que usted me dijo" (cierto, no lo recordaba). Me habían llamado la semana anterior.
¿Cómo quieren que me apunte a sus superflexiblescursos si no tengo tiempo para fregar los platos todos los días? (por no hablar de planchar, tener los apuntes todos juntitos, etc etc etc).
Y si no tengo tiempo es porque trabajo, y ese trabajo me da una renta mensual que necesito. Si no me hiciera falta el dinero no trabajaría, me estaría tocando el pepo y aprendería inglés en un país de habla inglesa. Pero bueno, entiendo que tengan que llamar por sistema a todo el mundo, violando seguramente algunas leyes referentes a la privacidad (¿quién narices les da mi número de teléfono?)

Lo mejor es cuando llaman y preguntan por mi padre. "no está". "¿y cuándo podría estar?"; "no vive aquí". Les dejas todo cortados.

Una vez, dando largas a uno de Auna, el tipo se presentó un día en casa, fue tremendo. Otra vez se presentó uno (no recuerdo la compañía ni qué trataba de vender) en casa, habían venido mis padres de finde, y mi padre le dijo "que volviera después de comer" (estábamos comiendo). Fue como "papá, coño!".
Otra vez me hice pasar por ama de casa que no estudiaba nada relacionado con el marketing, cogí a dos amigas y nos plantamos en un hotel de la Gran Vía dispuestas a realizar un test cualitativo sobre una "nueva" serie de televisión. Y digo "nueva" porque era una reposición de una serie tipo años 60 que yo no conocía pero mis amigas sí. Tras el capítulo nos endosaron un par de anuncios (Neutrex y Danone) para hablar sobre ellos. Escribir, más bien. Al anuncio de Neutrex le saqué punta y acabé diciendo que su ideología conservadora se veía reflejado en los elementos utilizados, y que muy probablemente iban a herir a aproximadamente la mitad de la población española. Que no está el horno para bollos.
El viernes me llamaron en medio del trabajo para un puesto de becaria (de qué sino) en una empresa, la verdad ni me enteré en cuál. Me pareció una máquina durante todo el discurso que me echó, y sólo me di cuenta de que era una persona cuando me preguntó si estaba disponible para realizar una entrevista.

El caso es que tengo que buscar un trabajo este verano por la tarde, y sólo se me ocurre teleoperador. Y cada vez que lo pienso me entra un telele y me salen granos.
Estoy a punto de terminar la relectura de La Eva futura / La letra futura. De siempre me había gustado más la parte que habla del feminismo. Ahora, quizá por la ausencia de novedad en mi ideario respecto a lo que cuenta la escritora en ese apartado, me tira más la parte literaria. A mi juicio, lo mejor que ha hecho la Etxebarria en "ensayo" (aún no sé cómo calificar eso, ensayo mezclado con sociología, psicología, trabajo de campo, política, experiencia personal y no se sabe cuántas cosas más... ah!sí! ECONOMÍA!!!)... ya es el tercer libro de Lucía en el que veo BIEN TRATADOS conceptos económicos no excesivamente fáciles. En este caso habla de la carrera de ratas (o rat race). Las otras veces fueron referentes a la teoría de juegos.

1 comentario:

marga dijo...

Ese libro no lo he leído. A los de Auna, Home English y compañía (o a otros similares) si he tenido el "placer" de atenderles a horas siempre malas. Es el pan nuestro de cada día amén.