Casas y cosas donde echarte en falta (o algo así)

1. La madrugada, que es como una defensa que realiza perfectamente el fuera de juego. Todos duermen y tú te quedas fuera.

2. Las clases, para ti de italiano y para mí de (tu) geografía (clase teórico-visual, una lástima).

3. La taza de café y el papel del azucarillo perfectamente doblado, que aguantaban mi mirada cuando yo rehuía la tuya (es decir, siempre).

4. La música, esa "giornata senza pretese" que me salté a la torera (y me quedé en fuera de juego).

5. Los sueños, que me van recordando aquello que persigo.... y ya no eres tú.

6. Todas las ausencias, porque en mi mente se multiplican todos los vacíos que me acompañan.

7. Definitivamente, en mis tonterías. Tu te (son)reías y yo pensaba "qué gilipollas que soy".

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Perl, esto ha sido una demostración de cómo puedo llegar a ser de cursi. No se volverá a repetir. Está a punto de darme una hiperglucemia.

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Pertenecemos a un mundo (raro) que nos une y nos separa sin criterio ni aviso previo. Lo más curioso es que nos adaptamos a ello: a las presencias, a las ausencias (aunque escuezan), y también a veces nos adaptamos a nosotros mismos (el mundo será raro pero nosotros lo somos más).

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Ni que fuera nueva. El otro día me perdí en el centro de Madrid. Y, la verdad, estaba encantada de la vida (si exceptuamos el hecho de que eran las 4 de la tarde y aún no había ni desayunado).

Últimamente no paro de decirlo a todo aquel que me escucha, o a todo aquel que no me escucha pero que "pasaba por aquí": este año estoy viviendo Madrid de otra forma, al menos yo lo siento así.

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El año pasado le dije a la becca que este curso sería un año de transición en mi vida. Ahora tengo ciertas dudas: quizá todos los anteriores lo fueron y éste fuese el único que no es de transición.

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Así fueron las cosas y así se las hemos contado. Buenas noches.