Premios "lo puto peor 2006"

A las 4.30 am suena el despertador y Madrid duerme o ama, pero no estudia Macroeconomía. Es un sábado que no es un sábado. Cuando llego a la universidad resulta que he llegado pronto, tan pronto que aún no ha abierto, y me siento en las escaleras mientras escucho "9" e imagino que soy capaz de tocarlas con la guitarra. Aparece el profesor, al cual he apodado desde hace tiempo "el teletubbie" y me saluda. Entro y busco el aula del examen. Vuelven los nervios, la gente como siempre me llama por otros nombres (tengo muchos nombres, y a todos respondo) y me pregunta cosas... y tengo que decirles la verdad, que no me he leído un tercio del temario. Lo leo deprisa y corriendo e improviso en el examen. Copio poco, me enrollo mucho. Aclaro cosas. Salgo pronto, rugía el estómago. Desayuno con Mari. Vuelvo en el tren, pienso y sueño.

Han pasado más de doce horas desde que me levanté. Ha pasado un examen, un dolor de cabeza, una comida con despedida y algunas risas. Y ahora vuelven las horas hasta el martes, hasta un nuevo encuentro, hasta el próximo viaje al matadero.

Cambiando de tema, ayer otorgué el premio "lo puto peor 2006" a Sílvia. Ya le vale el poster del tour de Calma Apparente. Me conoce demasiado bien. Como me temí desde un inicio, por mucho que quiera, no puedo cambiarme.

A lo largo del año iremos entregando más premios "lo puto peor".