Todos tenemos un pasado. Un pasado que incluye tocar la flauta en el colegio, no lo podemos negar. Y cantar en clase esa canción de "baixando la font del gat, una noia, una noia...." (perdón por las faltas de ortografía).
.
A mí se me daba fatal. No sabía poner los dedos y desafinaba. Me aprendía las canciones de memoria para no tener que hacer varias cosas a la vez (dedos y descifrar notas), pero ni con ésas. Además me ponía muy nerviosa, me sudaban las manos y empeoraba todo el asunto. Como siempre, me salvaba la teoría.
.
Tenía 14 años y no sabía lo que era un acorde. Sigo sin saberlo. Pero en 1ºBUP nadie nos obligó a tocar la flauta ni a recitar pasodobles del año de la tana.
.
Tuve un profesor al estilo "El club de los poetas muertos". Estudié mucha música, mucha historia de la música, y escuché a los más grandes en clase. Desde Bach o un tal Dvorak (que me molaba a mí ése) hasta The Police o Van Morrison. Hice trabajos sobre grupos ñoños y me percaté de lo pirados y lo jodidamente sensatos que son los de Oasis "Cuando yo tenía 15 años Liam tenía 10, no podíamos plantearnos una vida en común. Cuando yo tenga 70 él tendrá 65 y entonces los dos seremos viejos" (Noel Gallagher).
.
Han pasado 9 años y aún me acuedo las horas y los días que teníamos clase de música. No hicimos temario, no seguimos programa. Simplemente nos dedicamos a escuchar.
.
En la tuna compartí catxis con él en el Tirol, el bar más cutre de toda Soria, y algo más tarde una obra de Jardiel Poncela que me aprendí de memoria. La madurez (la mía) nos llevó por caminos distintos.
.
Recuerdo con el entusiasmo y la sonrisa, y toda la clase marcando el compás, imitándole, imitando esos dedos que siempre se movieron como los de Joe Cocker en directo.
.
Hoy me enteré que ayer lo enterraron. Que hace 10 días tenía vida, vida como tú que lees o como yo, y que de repente todo cambió, lo de siempre, un análisis rutinario, las prisas, el tratamiento... y un "no puedo más" de su cuerpo. Ni llegaba a los 40. Estoy sin palabras y se me hace un nudo dentro que no puedo explicar.
3 comentarios:
Hola niña, lo siento mucho. Estas cosas llegan cuando menos te lo esperas, creo que nunca estamos lo suficientemente concienciendados para que esto pase, aunque sepamos lo inevitable que es.
Yo viví una experiencia parecida en bachiller y aún lo recuerdo con nostalgia y hasta a veces me gusta hablar con él pensando que me ve, fue el mejor profe de mi vida, porque me enseñó a pensar, a no creerme las cosas dijera quien las dijera, a reflexionar y meditar sobre cualquier cosa para poder dar mi opinión, y eso a los 16 años se agradece mucho, y a los 23 aún se lo sigo agradeciendo.
Espero que te animes pronto, un besazo de ánimo de mi parte.
Realmente la vida da mazazos y nos arrebata a alguien que aún tenía toda la vida por delante.
Cualquier palabra es poco pero quisiera poder transmitirte lo mejor en estos instantes. Toda la energía del mundo y recuerda que él seguirá en ti de alguna forma, en tus recuerdos.
Cariños.
gracias, Laura e Isabel. nos leemos!
Publicar un comentario