
Por fin, con ustedes (aunque oscuras porque mi cámara es una mierda, la fotógrafa no sabe hacer fotos y tuve que tener cuidado de que no se dieran cuenta), mis vecinas las cotorras.
Las cotorras son una especie muy prolífica en estaciones cálidas. Se sitúan sobre todo en parques de localidades, grandes urbes y también pueblos desérticos.
Las cotorras salen por la noche, cuando todo el mundo que ha de trabajar debe dormir, ellas salen a poblar las calles.
Como buitres carroñeros se sientan en bancos, sin importarles que la gente intente dormir, ellas están todo el verano. Cotorreando. De ahí su nombre. Cotorrear consiste en hablar todas a la vez y, para hacerse oir, cada una habla más alto que la anterior.
Las cotorras se cuentan su vida y casi siempre se ponen al día de la televisión.
Las cotorras no tocan temas complicados o tristes.
Todas las familias tienen su porcentaje de cotorras. Después de 22 años este fin de semana escuché la historia de la Guerra Civil en mi pueblo. A las cotorras no les gusta hablar de esas cosas, así que he tardado 22 años en enterarme de que mi pueblo vivió bien (nacional) y al margen de toda guerra, que "sólo" murieron los que fueron llamados a filas (no alistados voluntariamente), y que sí, en mi pueblo había un rojo, pero nadie nunca se chivó y vivieron "tranquilos".
Las cotorras están más preocupadas de enterrar esas cosas. No tienen memoria histórica, pero sí histérica.
Ahora están de nuevo ahí, y yo tendré que cerrar la ventana para dormir y ponerme tapones. Y aún así las seguiré escuchando hasta la una o las dos que decidan que ya se han puesto al día.
1 comentario:
Me encanta la foto "robada" a las cotorras, como periodista del corazón o detective me da a mi que no te ganarías la vida... jajaja.
La descripción de las cotorras fantástica. Creo que en mi casa nueva no hay, pero la fauna de mi nuevo edificio promete ser digna de varios posts...
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