25 de marzo de 2007

Escribo desde la cama de colores que habito. Pongo The Cure en el reproductor y me recuerda a ti. Son las once de la noche y la mitad de la ciudad se prepara para salir, emborracharse, llenarse de vida. La otra mitad está sola delante de un ordenador que no puede pagar, y las teclas parecen alejarse entre sí, para hacer más difícil el mero hecho de juntar palabras para expresar(te), para contar(te) las cosas que van ocurriendo, todos los momentos recogidos en trozos de realidades pasadas, que restan números al tiempo que nos queda (aquí). Todo es finito. Leo un libro de un hombre que quieren medir el mar y que está recluido en una especie de hotel-psiquiátrico, al más puro estilo “Agatha Christie”. Va al mar todas las mañanas y se queda quieto, muy quieto, en la orilla, fijando con sus ojos la línea que separa el cielo del agua. Espera que en algún momento le caiga encima la clarividencia, la respuesta que busca. Dónde acaba el mar.

A menudo digo que éste es el tiemo “sprecato”, malgastado, tirado; como si no tuvieran sentido todos estos meses, todas estas vivencias, esta ciudad que se explica por sí misma, sólo con mencionarla. Como si no tuviera sentido vivir (cuando esto es vivir y nada más).También creo que otros pensarán la misma cosa, il tempo sprecato. Las personas follan con la persona equivocada y no lo saben. Y el que no folla con la persona equivocada es porque no folla. No sé si habrá una victoria tangible después, o durante. Poniéndonos realistas lo dudo. Y sin embargo, aunque suene a tópico, me conozco más. En lo bueno y en lo malo. Y las cosas no me recuerdan a ti, en realidad me recuerdan por sí mismas. Incluso me olvidé de la cara de E., yo que pensé que nunca lo haría, que nunca podría amar igual (y luego resulta que sí, y que más también – quién me lo iba a decir a mí ese día que me pasé llorando en un tren de cercanías - ), y que nunca me olvidaría de su cara ni de su sonrisa. Pero, ya ves, la gente cambia, el tiempo nos cambia y nos encontramos de frente con gente que sí viajó en esos trenes. Hace 9 años se murió una amiga mía (ella y toda su familia con ella) y recuerdo haberme prometido no olvidarme nunca de su risa. Pero el tiempo nos cambia y, aunque llevo conmigo ciertos muertos para siempre, lo hice. Me olvidé de su risa.

Los recuerdos más amados acaban por desaparecer cada vez más, y sólo nos quedan efímeras fotografías de lo que fueron, fotografías que pasan veloces por nuestra mente sin dejarnos retener un solo detalle. En eso se convierten los recuerdos.

Me gustaría hablar con L. y decirle que no ha perdido una amiga, sino que se ha ganado a sí misma (aunque ahora baste un soplido para que se ponga a llorar por la casa). Debemos ser precavidos: los hijos de puta no están en peligro de extinción. Me gustaría hablar con V. y decirle que igual ha perdido una vida pero a cambio ha ganado otra, que es la suya.

Estoy escribiendo un cuento en italiano aunque si escucho The Cure todo eso me da igual. I was looking so long these pictures of you. Habla de personas que esconden secretos que nunca conoceremos. En la película de amor dice el chico a la chica que en general se puede llegar a conocer el 50% de la otra persona, pero nunca se conocerá más allá. Sin embargo él sólo llega a conocer el 15% de esa chica. La gente se esconde. Una de las técnicas más efectivas para protegerse de los demás consiste en que sepan lo mínimo posible sobre tu persona. Por eso hay bandas que imitan a otras bandas, que a su vez imitan a otras bandas del pasado, y que además hacen playback.

Mira que es difícil. Cuando sólo es vida y nada más.

2 comentarios:

never_again dijo...

Ya sabes que me encanta cuando te pones a escribir en ese plan, me has dejado sin palabras nenita.

Mucho ánimo con ese cuento en italiano, estás hecha una machine! Es cierto eso de que sólo llegamos a conocer como mucho el 50% de las personas más cercanas que nos rodean, muchas veces ni siquiera eso, pero ¿cómo se hace para mostrarse más de ese 50%-15%? Yo no sé, o quizá no he encontrado la persona con la que me resulte fácil hacerlo. Me encanta este espacio para la reflexión, ¿dónde se han ido la personas que tanto me gustaban de la blogosfera? Odio ser una puta nostálgica, y me alegro infinitamente de seguir teniendote cerca. Un abrazo y ánimo con esas locuelas que andan sueltas por Italia.
¡¡Tengo ganas de que vengas!! Muakss

Anónimo dijo...

El libro que estás leyendo del tipo que quería medir el mar... ¡¿no será de Baricco!?

Hace tiempo te mandé un mail preguntandote si sabías dónde podía conseguir un libro que necesitaba para regalarselo a una amiga. Tú me dijiste que lo habías fotocopiado de la biblioteca de tu universidad... ¿te acuerdas? De Naomi Wolf.

Desde entonces hacía que no entraba en tu blog y lo que he leído me ha gustado. Ahora quiero pedirte un favor y es que me recomiendes un libro para leer. Ando ultimamente un poco desganado y nada de lo que leo me gusta, ni siquiera aquellos libros que en el pasado me mantuvieron despierto noches enteras.

Espero que puedas echarme una mano, confío en ello.

¡Un saludo!