Quedan diez dias para marcharme de esta ciudad...
Y nada màs llegar se acumulan tristezas, llamadas con làgrimas, y un montòn de cosas tristes.... asì no tendrìan que ser estos ùltimos dìas, pero no puedo hacer nada y la gente a mi alrededor se va poco a poco derrumbando.
A veces es ciudad-pesadilla, otras ciudad-analgèsico. En Roma no te duele la vida (tuya), pero te duele la vida de la gente a la que quieres. Y jode.
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