Caótica Ana

Éste promete ser un post como la película, caótico. Acabo de llegar a casa, de verla. Semanas atrás leí el reportaje que EPS dedicaba a la película y al director. Solamente por ver cómo había abordado Medem la muerte de su hermana, cómo años después volvía a sacarla a la luz (con el consecuente sufrimiento para él y para todo aquel que la conociera), bajo otro prisma, otro personaje distinto de forma que sólo su entorno pudiera reconocer... sólo por esa curiosidad merecía la pena gastarse 6 euros.

Recapitulando, he visto dos o tres películas de Medem en mi vida, incluida la exitosa Lucía y el sexo que no entendí. Igual si la viera ahora entendería mucho más, pero las cosas nos llegan a la vida cuando nos llegan, y por eso entiendes o no entiendes. Y yo creo que ahora entiendo.

Por eso sabía de antemano que me iba a gustar.

Caótica Ana habla de la identidad, de perder para ganar otras partes de ti, del abismo en el que nos sumergimos, y de las medias verdades con las que flaqueamos. Habla de la debilidad de los cuerpos y de las almas, del camino que nos lleva a intentar sobrevivir siempre. De ese camino tortuoso y vital en el que vamos (seguimos) encontrándonos con nosotros mismos. Porque en la vida hay cuadros que se pintan y cuadros por pintar, y hay desiertos y lágrimas negras, y reencuentros que no acaban entre las sábanas de una cama.

Y cómo, pincelada a pincelada, vamos y venimos, origen y esencia, negrura y abismo, el fin y de nuevo el principio y el origen, el útero y el agua, las piedras en el camino y nos convertimos de nuevo en chacales para otra vez dar una vuelta de tuerca en el camino. Somos buitres y halcones, o palomas moribundas.

Somos lo que somos, caóticos. Como Ana.

(la escena que más me ha gustado ha sido cuando Ana llega a Madrid y "se pierde" en la Gran Vía, cómo sus manos van buscando otras manos pero no encaja con ninguna de las que pasan cerca).

Pero también he de decir que Ana es el personaje que menos me ha gustado, no tenía "sangre". Con el cambio de look hacia el final de la película ha mejorado algo, pero ni aún así. Bebe espectacular, con un tira y afloja interno sobre el lesbianismo y la femineidad, un personaje tan ambiguo como provocador, que encierra una persona llena de inseguridades y fragilidad. Una Ana que vive en la tierra y que por ella se arrastra para seguir encontrándose.

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Que sea leve el lunes.