De nuevo, Roma. Han pasado solamente tres semanas desde la última vez que fui. Mi idea inicial era hacer un solo viaje, pero se iban a mezclar dos mundos distintos y la posibilidad de una semana de vacaciones en noviembre era prácticamente imposible, por lo que tomé la decisión de gastarme un poco más y hacer dos viajes.
El jueves tras el trabajo, la FNAC me esperaba, como siempre, con los brazos abiertos. Un disco que me pidió Rocío y volando para plaza de Santa Ana. Allí, en el teatro Español, se interpretaba “Il ventaglio” (El Abanico), de Carlo Goldoni. Con Isa y mi hermana. La obra comenzó interesante, y ese interés se fue diluyendo (a medida que me pesaban más y más los párpados) hasta el final.
De allí fuimos a un bar cerca de casa de Lauri, donde nos tomamos un par de cañas antes de volver a casa. Llegué a las dos, terminé la maleta, investigué un par de cosas de internet que me faltaban (como “dónde está mi hotel” y cosas así de…. Básicas) y llamé al taxi.
La t4 más vacía de la historia de los aeropuertos. Me dormí esperando y casi pierdo el vuelo.
En él, me acompañaban dos parejas de Cádiz… de lo más analfabetas. Para muestra “unos cuantos” botones (modo “cabrona” on).
1. Antes de despegar anuncian que no se puede utilizar ningún aparato electrónico en el momento de despegue y aterrizaje. Sra gaditana 2 pregunta a la auxiliar “¿puedo poner la radio durante el vuelo?”. La cara de la azafata todo un poema. Mujer gaditana 2 continuó “porque claro, yo ezo del emepetré no lo zé uzah, no zoy tan modenna, yo quería ezcuchah la radio, hija”.
2. Alguien les había contado que hay una frase (de tantas) en italiano que dice “cosa fai?”. Sres gaditanos 1 y 2 se pasaron TODO EL VUELO (nota mental: eran las 6 de la mañana): “coza fai?”.
3. Cuando aún volábamos se oye de fondo que faltan 20 minutos para aterrizar (media vida) y servidora dormía como un lirón. En esto que noto unos golpes en el brazo. Eran Sras gaditanas 1 y 2: “niñaaa, niñaaa, que ya hemoh llegao, no te quedeh dormía, hija, y te dejen aquí en el avión zola” (le miré con una cara de “señora, sé cómo funcionan los aviones!!”).
4. Aterrizamos (por fin!!), los srs 1 y 2 se dan la vuelta hacia sus mujeres (sras 1 y 2) y uno de los dos pregunta “¿cómo eh la bandera de Italia?”. Hubo dos respuestas: mujer gaditana sin identificar comentó “roja y azul”, mientras el otro señor gaditano comenta “verde y blanca”. Pues eso.
Ya en Roma …. Nato ai bordi di periferia…. Dove i tram non vanno avanti più… sí, soy friki, ¿y qué?. Maravillosa parada en Cinecittà.
El viernes llovió todo el día, nos dio tiempo a ver todo el centro histórico. Por la tarde cenamos en un restaurante donde me sirvieron la madre de todas las pastas “fettucine al salmone”. Podría soñar con ese plato. Como no había dormido nada el jueves, el viernes dormí como 10 horas de un tirón.
El sábado, camino de Termini, vi morir a un hombre. Nunca había visto la muerte tan cerca (siempre a posteriori, con “el muerto al hoyo” por así decirlo), pero nunca vi a un hombre caer y morir ahí delante de mis narices (no tardó nada, se quedó literalmente tieso). Me dieron ganas de rezar o algo así (íbamos dirección vaticana) pero al entrar en la Basílica y ver a tantos fariseos (o seduceos, o escribas, que siempre son los malos en la Biblia) con su cámara de fotos en mano, haciéndoles fotos a piedras, fotos que nunca verán, cogiendo a puñados agua bendita (como si fuera distinta de la de su pueblo) y haciendo otras memeces varias (siempre del mismo estilo) decidí que casi mejor que ese pobre hombre no tuviera dios, porque si tenía el mismo que los fariseos, íbamos apañados.
Les quisé llevar a las mejores vistas de Roma, pero el frío nos pudo. Sin embargo sí probaron el mejor café (en el centro y por 1 euro) y el mejor helado que han probado en su vida. A Cris se le abría la boca como a los niños pequeños con cada cosa que veía, y desde mitad del día anterior casi no articulaba más que “increíble” y algunos adjetivos másJ
Mientras Cris y su hermana visitaban el Castel Sant’Angelo, Rocío y yo nos pusimos a tomar el sol en los márgenes del río…. En la orilla había sentado un hombre, con pintas de vagabundo, que leía la Biblia. A su lado pasó un cura y se enzarzaron en una discusión (sólo se le oía al no-cura): “pedófilos, sois todos unos pedófilos, gente rica, convertíos a jesucristo, el papa es un pedófilo, convertíos, pedófilos y putas, en cristo está la verdad”. El cura se rió en su cara y se fue.
Al otro lado del río había una especie de concierto. Como la voz parecía la de Gianna Nannini le dije a Rocío que nos acercáramos. No cayó esa breva. Era (esto es duro de contar) un acto del partido Forza Italia (el de Berlusconi)….. había una banda que hacía versiones, adolescentes (pijillos) enarbolando banderas del partido, chicas (en plan hija de Aznar) con bicicletas y enarbolando bandera (a lo Verano Azul), payasos (los payasos de Berlusconi, nunca mejor dicho), titiriteros y dos bandas de música.
Apareció uno y me dio una bandera de Forza Italia a mí (momento surrealista con la bandera de Berlusconi en una mano y un libro de Rino Gaetano en la otra, ironías de la vida).
Porque…. Sin venir a cuento y con una aparición digna de Sissi la Emperatriz (esa llegada con su ya marido en un barco…. Ídem)…. Berlusconi desde un barco en el Tíber comentando que “era necesario” un gobierno nuevo y distinto (nuevo y distinto, justo, justísimo lo que él ofrece, pero esa es otra historia).
Porque…. Sin venir a cuento y con una aparición digna de Sissi la Emperatriz (esa llegada con su ya marido en un barco…. Ídem)…. Berlusconi desde un barco en el Tíber comentando que “era necesario” un gobierno nuevo y distinto (nuevo y distinto, justo, justísimo lo que él ofrece, pero esa es otra historia).
Más tarde me hicieron un grafiti dedicado con los colores de la Roma (no tengo palabras para describirlo todo) y vi a A-style con muchas (muchísimas) novedades en su vida (de las cuales me alegro, aunque algunas sean tristes, porque ella está bien, está feliz y se le nota). Y luego nos fuimos a una cena un poco friki en la Magliana (donde cristo perdió el gorro, y zona de la famosa “banda della magliana”) en la que un imbécil (porque es lo que era) me contó cómo se hacía un suplí (a ver si me sale un día de estos). A mi lado se sentó otra del club de fans de los gaditanos del vuelo, con la que entablé conversación (por lo de socializar y tal, que no conocía a nadie de los que me rodeaban en la mesa):
- ¿y de dónde eres?- me pregunta la chica (Jessica creo que se llamaba).
- De Madrid (ella trabaja en un supermercado, vive en Magliana y le gustan Ramazzotti, Antonacci y la ropa de marca… pero es un poco burra –como todas las italianas, y tienen el respeto y el decoro – y en muchos casos la inteligencia - por los suelos. Era su caso).
- Y… ¿es bello allí? (hago transcripción literal de sus preguntas).
- Sí, no se está mal, también en Roma se vive bien, no son tan distintos.
- Sí, pero Roma no me lo cuentes, que vivo aquí (sin comentarios).
Al rato me dice:
- mi jefe también es de allí, como tú… de…. A ver que no me acuerdo…. (¿de Madrid? Pregunto yo para ayudarla)…. No, esto…sí, de Portugal.
(esta precisión sobre dónde está Portugal la he oído MUCHO en este año).
Luego hice un chiste (era un momento en que la gente se hacía fotos, y yo comenté irónicamente que primero las fotos y luego la cuenta) pero no lo entendió. Se me quedó mirando con cara de subrnormal profunda.
Corriendo al hotel, y esta mañana vuelta a casa.
Y esta vez con nostalgia, y este viaje con nostalgia…. Porque no sé cuándo volveré, ni con quién, ni en qué circunstancias.
Hablando con A-style le decía “porque ahora soy distinta, porque Roma me cambió, pero fui distinta en Roma respecto a lo que era antes, y soy distinta ahora respecto a lo que fui en Roma….porque no sólo cambia el entorno y tu gente, eres tú la que más cambia…. Y yo estoy orgullosa de haber cambiado, y por eso estoy bien donde estoy”.
- ¿y de dónde eres?- me pregunta la chica (Jessica creo que se llamaba).
- De Madrid (ella trabaja en un supermercado, vive en Magliana y le gustan Ramazzotti, Antonacci y la ropa de marca… pero es un poco burra –como todas las italianas, y tienen el respeto y el decoro – y en muchos casos la inteligencia - por los suelos. Era su caso).
- Y… ¿es bello allí? (hago transcripción literal de sus preguntas).
- Sí, no se está mal, también en Roma se vive bien, no son tan distintos.
- Sí, pero Roma no me lo cuentes, que vivo aquí (sin comentarios).
Al rato me dice:
- mi jefe también es de allí, como tú… de…. A ver que no me acuerdo…. (¿de Madrid? Pregunto yo para ayudarla)…. No, esto…sí, de Portugal.
(esta precisión sobre dónde está Portugal la he oído MUCHO en este año).
Luego hice un chiste (era un momento en que la gente se hacía fotos, y yo comenté irónicamente que primero las fotos y luego la cuenta) pero no lo entendió. Se me quedó mirando con cara de subrnormal profunda.
Corriendo al hotel, y esta mañana vuelta a casa.
Y esta vez con nostalgia, y este viaje con nostalgia…. Porque no sé cuándo volveré, ni con quién, ni en qué circunstancias.
Hablando con A-style le decía “porque ahora soy distinta, porque Roma me cambió, pero fui distinta en Roma respecto a lo que era antes, y soy distinta ahora respecto a lo que fui en Roma….porque no sólo cambia el entorno y tu gente, eres tú la que más cambia…. Y yo estoy orgullosa de haber cambiado, y por eso estoy bien donde estoy”.
Y tengo que dar las gracias a Laura y Anita por esto último, porque las mujeres se lo curraron muy bien en el verano para que esta transición fuera normal…. Que aunque yo hable mucho de Roma, chavalillas, ya sabéiss que aquí estoy “más mejor”.
4 comentarios:
me ha gustado, inés
(comento breve que ando algo cortado)
En nombre del Club de Amigos de Cádiz te notificamos que te vamos a llevar a juicio por difamaciones...
:|
Wow, es toda una historia Inés...
Por cierto, me preocupa el comentario que me precede.
Pasmoso.
:0
Un besote!
:]
jejejej,
bueno, tú sabrás que eres el que lo ha escrito, no?
besos
Publicar un comentario