5 de noviembre de 2007

A vueltas con el teléfono

Bien es sabido que a servidora no le gusta hablar por teléfono. Pero en mi trabajo es una parte muy importante, hablar con proveedores y clientes, casi todo el tiempo. Al principio me cerraba el teléfono porque me ponía super nerviosa, pero ahora ya me he acostumbrado a las gilipolleces de la gente. Para muestra un botón.
Pongamos que he de realizar una serie de llamadas para comprobar la dirección postal de unos clientes. Me he encontrado de todos, desde gente que da el teléfono de sus vecinos y se llaman a lo "corrala" (Paquiiii, que te llaman de EFFFFF!!!!), hasta gente que afirma que no tiene nada que ver contigo (señora, tengo delante de mis narices un contrato firmado por usted) o que jura por la gloria de su madre que te va a denunciar.
Pero hoy me ha sucedido algo gracioso y casi inenarrable. Lo normal (habitual, lógico) es que cuando alguien te coge el teléfono diga "dígame", "sí", "quién es" o similar.
Pues no.
Hoy me han cogido el teléfono y han dicho:
FRANK SINATRA.
Tal cual. Ni hola, ni quién llama, ni quién es usted, ni qué quiere de mí. No. Frank Sinatra.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Es demasiado surrealista como para que no sea cierto, jeje, te creo.

Por cierto, el contrato a nombre de quién iba?

No sería un tal Sinatra, no?

No me mires así que nunca se sabe...

Un besote!

:]

Anónimo dijo...

Y los duendecillos del bosque se preguntaban unos a otros cómo es que Inés nunca contestaba al gili de Renton...

Anónimo dijo...

Dejadlo duendecillos, dejadlo y seguid recogiendo hierbitas para hacer vuentros hungüentecillos...

:[

Inés dijo...

los duendecillos pierden el tiempo