12 de mayo de 2009

Hace un año tuve la inmensísima suerte de ver un concierto suyo. Hoy ha muerto y estoy llorando. Me acompañaste con tus canciones en los peores momentos de mi vida, como un himno la mayoría, te llevé a Roma (para sentir cómo pasaba el otoño en Madrid).

Tiene letras mágicas y un legado que tardará décadas en borrarse.

Gracias por existir Antonio.

 

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