16 de agosto de 2010

invenciones imposibles

Me había propuesto firmemente olvidarte. Fui tapando todos los recuerdos, las palabras y las risas, mis ánimos, las canciones. Me olvidé de una canción de De Gregori que habla de la madurez y que me contaste que te gustaba, de todo lo que me inventaba para que "estuvieras bien". De que me respondieras que lo estabas, aunque si hoy reviso tus escritos descubro un pozo muy hondo del que estás saliendo. Porque hoy estás fuera, vuelves a vivir, a reírte, a confiar. Porque ahora no necesitas que nadie te anime o te cuente tonterías para hacer reír. Porque la tienes a ella.
Mientras, yo no sé qué inventarme para olvidarte. Y me sigo ahogando en los chistes y en historias que, ahora sé, no te enamoran.

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