12 de marzo de 2006

La calzada de los gigantes


Desde que tengo uso de razón me encanta encontrar sitios de los de "de mayor quiero ver esto". Desde la Estatua de la Libertad a la Tierra de Fuego, de las "piedras" de Stonehenge a .... La calzada de los gigantes (the Giant's Causeway).
Lo descubrí por casualidad haciendo un trabajo de Geología a los 12 ó 13 años.
Investigando un poco más, cuenta la leyenda que todo empezó por una batalla entre dos gigantes. Uno de ellos, Finn McCool, era irlandés, y el otro, Benandonner, escocés. El irlandés retó al otro a una pelea y, como era un tipo educado, construyó un camino sobre el mar para que su enemigo no tuviera problemas en acudir. Pero cuando se avecinaba el combate se dio cuenta de que el escocés era bastante más fuerte que él. Se escondió en su casa y su mujer decidió disfrazarlo de bebé. Cuando el escocés lo vio, pensó: «Si éste es el hijo, será mejor no conocer al padre». Y se marchó corriendo a Escocia. En su huida fue destrozando la calzada para que Finn no pudiera seguirle. Lo que hoy queda de esta leyenda son precisamente los pedazos de esa carretera, unas enormes rocas basálticas de forma hexagonal. Todas juntas crean imágenes caprichosas, como un órgano de iglesia. Hay más de 40.000 columnas de basalto que llegan hasta el mismo mar. Y lo más curioso es que en la isla escocesa de Staffa, donde se supone que vivía Benandonner, también se pueden encontrar estos peculiares relieves.

1 comentario:

marga dijo...

Pues yo también quiero ir cuando "sea mayor", o sea, ya. ¿Sabes que Stonehenge lo encontré por casualidad? Estaba con mi padre de viaje por Inglaterra, ibamos en coche hacia Bath y de repente vi las "piedras" desde la carretera ¡Para, para, que es Stonehenge! Me hizo muchísima ilusión "encontrarlas" en vez de buscarlas.