13 de mayo de 2006

El experimento

Ayer se comentaba en la bloj de Lucía (ver links) sobre la supuesta facilidad de las mujeres a la hora de ligar en la barra de un bar. Considerando que iba a ver a José, decidí que yo quería hacer el experimento sociológico, para comprobar empíricamente esa hipótesis. Camiseta negra de tirantes que hace que mis pechos desafíen ciertamente la ley de la gravedad. Las tres íbamos con camisetas a cual más escotada.
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Llegamos al bar. En 15 minutos estamos rodeadas por unos 7 u 8 tíos que se nos van presentando. Desde mi posición los veo venir desde el minuto tres o así. Me parto el culo. Mi hermana decide que "hoy tengo que quemar mil calorías" (y se pone a bailar como si fuera la última noche de su vida, se le turnan los tíos para hablarle). A continuación deciden invitarnos continuadamente a copas (que en realidad ni puta falta que nos hacían, ya veníamos bastante contentas de casa).
Cuando se me acercan siempre pienso si no será un economista que sabe mucho de teoría de juegos (o que ha visto la peli "Una mente maravillosa" y ha tomado nota sobre cómo ligarse a la rubia).
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Pero, como no podía ser de otra forma, a mí se me acerca siempre, sin excepción, el palurdo, el que no le riega como para poder decir dos frases coherentes.
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- Hoy triunfais más que la Cocacola.
- Pues ya ves.
- ¿Y estáis las tres solteras y sin compromiso?.
- Hoy sí.
- Pues si no lo vas a saber tú no lo voy a saber yo.
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(Increíble pero cierto, creo que es el gen de la 3ª frase, casi ninguno lo tiene).
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Para escaquearnos de los pesados salimos por la puerta de emergencia. El segurata nos obliga a volver a entrar y salir por la puerta normal. Cambiamos de bar.
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Comenzamos a bailar y lo mismo, en menos de 15 minutos aparecen tres o cuatro que venían también del bar anterior. No son babosos. No son pesados. Han pasado de la tercera frase.
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yujuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
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Me pongo a hablar con uno que es simpático, no está mal, blbalblalbalbla. El tipo se lo estaba currando. Pero si tú tienes el gen de la tercera frase no puedes esperar lo mismo de tus amigos. Se me acerca uno de ellos.
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- Oye, a que te gusta mi amigo? Reconócelo (y me mira con cara de superioridad).
- Pues no.
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El tipo se me pone agresivo. Lo mando a freir espárragos. Pero en vez de irse va a por mi amiga A. y le suelta (literal):
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- Oye, que mi amigo te quiere tocar las tetas.
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Se lo dice dos veces. Mi amiga responde "te voy a dar una hostia".
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A continuación llega el novio de mi amiga. Los tiparracos desaparecen.
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Fin del experimento sociológico.
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Me pregunto constantemente si no estaré buscando en el lugar equivocado, si es oro lo que no reluce y yo no lo veo. Si ha llegado el tiempo de dar una vuelta de rosca a todo, o el tiempo de desenroscar.
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PD: estoy hasta los... de poner puntos ... no sé qué me pasa a veces en el blog.




.... l'aria di marzo respirerò.....

(pondría Occhi di speranza, canción que nunca pensaría que viviría en directo pero.... estoy cantando yo encima y ya sería mucho cachondeo).

1 comentario:

Mariposa Azul dijo...

Como olvidar ciertos momentos....
e' vero certi momenti non si dimenticano mai.
baci