El otro día me puse a recuperar algunos poemillas y cosas sueltas que escribo de vez en cuando. Me di cuenta de que soy una cursi.
A veces me curo pero otras veces caigo. Cuando no estoy consciente o al menos no plenamente. Son ciertas horas al día que se me ocurren frases que podrían hacer enrojecer al luis miguel de turno más vomitivo.
Y lo peor, o más raro, es que nunca se me ocurren cuando me pillo por alguien; simplemente como quien va por ahí mirando matrículas de coches o contando las líneas de las aceras... . A veces pienso cursiladas.
Es vomitivo. Lo sé. Porque luego en persona soy de lo más racional y reservada. Manda huevos.
4 comentarios:
Jajajajajaja... de cursi nadaaaaaaa. Pero nada de nada de nada de nada... y me has mandado cosas que has escrito preciosas. Así que menos quejarse. Y publica algo para los que nos gusta leerte!!
además de cursi, vergonzosa:S
me estoy leyendo silvia en nuevayork... buenísimo. es más, lo comencé y en una hora me he leído la mitad. no me voy a estudiar hasta q no lo termine.
No he visto nada cursi en tu mirada transparente ni en tus largos silencios.
Gracias por el encuentro. Gracias por compartir la belleza que transmites.
Espero que se repita.
guiomar, qué gran tipo.
con tu permiso te seguiré llamando así, dónde va a parar cualquier nombre respecto a Guiomar, por muy nombre de mujer que sea.
tú también eres transparente, pero hay que saber leer para verlo.
besos
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