7 de septiembre de 2006

Albarracín, 8

Albarracín nº8 es una casa de color azul claro por la que paso todos los días camino del trabajo.
Tiene un pequeño jardín, con sillas de plástico amarillas.
Casi todos los días, a las 8 y media de la mañana, un anciano está sentado en una de ellas, afeitándose. Siempre la misma silla, a la misma hora.
Me gusta su cara. Porque invita a inventar historias que ha vivido. Porque tiene pinta de haberlas vivido todas.
Cuando no le veo me asusto un poco, y espero verle al día siguiente. No me imagino los últimos 6 meses sin haberle visto día a día. Mañana es el último día que pasaré por allí. Sin embargo hay miradas que duran toda la vida.
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A veces el metro de Madrid me da sorpresas. Recuerdo el día siguiente de un concierto en Zaragoza, y Bob Marley cantando "No woman no cry" en Nuevos Ministerios. Se me salieron las lágrimas.
Recuerdo otro día en que un argentino con canción desconocida me enamoró en Alonso Martínez. Nunca más lo volví a ver.
Recuerdo un "Contigo", en Callao, mientras yo esperaba a ese "ti" de la canción.
Recuerdo los largos pasillos de Diego de León, y un riffle de guitarra irrepetible de "Cose della vita".
Hoy.... bajando de tres en tres las escaleras en Avenida de América sonaba una música conocida. Me quito el discman.... lo que nunca me había pasado: me quedo clavada mientras un tipo canta "La mia storia tra le dita". La gente seguía andando como si nada. Yo me he puesto a llorar porque ahí, de repente, me ha dado miedo, miedo con mayúsculas, el cambio. Porque lo he visto tan cercano... .

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la charla en el chat de L. Cuídate.

Inés dijo...

gracias a ti por pasarte por ahí. un placer. hoy descubrí que el nombre de mi blog viene de Battiato. y yo sin saberlo (sé que lo encontré buscando nombres de discos, pero siempre pensé q había sido uno de Pino Daniele).

buena vida, agente 606.