El segundo día del año fue un día "romano". Después de levantarme (tarde, dormitando hasta las 12), me conecto en el cyber donde descubro que he aprobado otra asignatura más. Envío el post anterior, y me dejo el cd dentro del pc (pero ninguno de mis vecinos habla castellano). Y después decido all'improvviso andar hacia el Trastevere.
Bajé en el barrio judío, comí algo cerca del Portico D’ottavia, y me encaminé hacia uno de mis lugares “novelados” favoritos de Roma: L’isola Tiberina. Mientras llegaba me asalta un friki (no sé todavía si quería robarme, violarme o tirarme al río); me libro de él como puedo.
Una vez en el Trastevere encuentro de casualidad la piazza de Pinascula que me lleva en volandas a un día de mitad de julio de 2004, y a una comida que supo a gloria. Camino por el centro, Roma está llena de gente. En Campo de’ fiori aún quedan algunos vendedores ambulantes, y en piazza Navona la gente tiene el estómago de comer esas horribles sciambelle con nutella. Me meto en San Ivo de la Sapienza a ver una reproducción de una escultura de Modigliani, y descubro en el piso de arriba una exposición sobre las sufragistas italianas. Tengo la exposición entera para mí sola, me entretengo firmando el libro de visitas.
Voy a Piazza di Spagna y luego camino hacia atrás, de nuevo al Panteón. La becca y su M ya saben lo que es el granita en el panteón. En piazza del popolo nos esperan Little y dos amigos suyos, también erasmus. Isa y yo hablamos de literatura, me habla de la Regenta, acabamos hablando de Tolkien en una cafetería, y me llevan a una tienda de magia que vende desde un autógrafo de Gabriele D’Annunzio hasta miniaturas de Ratzinger pasando por un Buda de 4 brazos o un esqueleto con chistera.
Me acompañan hasta piazza Venecia. Allí tomo un bus y me vuelvo a encontrar con becca y cia para cenar en via Labicana. De vuelta descubren el sabor de los mejores cornettos de toda Roma, mientras el dueño de la tienda me habla de Barcelona.
A la vuelta trenes que cambian de horario y cafés con espuma. A-style me regaló un aparato para hacer espuma en la leche. Es increíble. Me encanta. Probablemente el regalo más friki que haya recibido nunca.
Quizá un día de estos reciba una visita extraña.
Hoy vi “Salvador”. No me pareció gran cosa pero….da que pensar qué país nos vio nacer. Dan que pensar todos esos dictadores que mueren de viejo. Dan que pensar más cosas. Pero en quien más pienso cuando termina el film es en mi abuelo. Ya son 16 años sin él. Y es que hay cosas que deberían quedarse siempre “como al principio”.
Bajé en el barrio judío, comí algo cerca del Portico D’ottavia, y me encaminé hacia uno de mis lugares “novelados” favoritos de Roma: L’isola Tiberina. Mientras llegaba me asalta un friki (no sé todavía si quería robarme, violarme o tirarme al río); me libro de él como puedo.
Una vez en el Trastevere encuentro de casualidad la piazza de Pinascula que me lleva en volandas a un día de mitad de julio de 2004, y a una comida que supo a gloria. Camino por el centro, Roma está llena de gente. En Campo de’ fiori aún quedan algunos vendedores ambulantes, y en piazza Navona la gente tiene el estómago de comer esas horribles sciambelle con nutella. Me meto en San Ivo de la Sapienza a ver una reproducción de una escultura de Modigliani, y descubro en el piso de arriba una exposición sobre las sufragistas italianas. Tengo la exposición entera para mí sola, me entretengo firmando el libro de visitas.
Voy a Piazza di Spagna y luego camino hacia atrás, de nuevo al Panteón. La becca y su M ya saben lo que es el granita en el panteón. En piazza del popolo nos esperan Little y dos amigos suyos, también erasmus. Isa y yo hablamos de literatura, me habla de la Regenta, acabamos hablando de Tolkien en una cafetería, y me llevan a una tienda de magia que vende desde un autógrafo de Gabriele D’Annunzio hasta miniaturas de Ratzinger pasando por un Buda de 4 brazos o un esqueleto con chistera.
Me acompañan hasta piazza Venecia. Allí tomo un bus y me vuelvo a encontrar con becca y cia para cenar en via Labicana. De vuelta descubren el sabor de los mejores cornettos de toda Roma, mientras el dueño de la tienda me habla de Barcelona.
A la vuelta trenes que cambian de horario y cafés con espuma. A-style me regaló un aparato para hacer espuma en la leche. Es increíble. Me encanta. Probablemente el regalo más friki que haya recibido nunca.
Quizá un día de estos reciba una visita extraña.
Hoy vi “Salvador”. No me pareció gran cosa pero….da que pensar qué país nos vio nacer. Dan que pensar todos esos dictadores que mueren de viejo. Dan que pensar más cosas. Pero en quien más pienso cuando termina el film es en mi abuelo. Ya son 16 años sin él. Y es que hay cosas que deberían quedarse siempre “como al principio”.
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