Noche cualquiera. Alguien comienza a hablar contigo (o viceversa). En algún momento de la conversación pregunto “¿cuál es el último libro que has leído?”. Lo puedo preguntar en medio de una entrevista de coña (la de cosas que se pueden hacer con unos grados de más…), o en medio de una conversación sobre cualquier cosa. El caso es que, como pueda (y casi siempre puedo), lo pregunto. La respuesta debería darme muchas pistas sobre la persona en cuestión (si es interesante, si es de cuarta dimensión, si no merece la pena, etc)… pero, ¿y cuándo la respuesta es EL CÓDIGO DA VINCI?.
Cuando la respuesta es ésa, hay varias alternativas:
Cuando la respuesta es ésa, hay varias alternativas:
1. Dice la verdad. Está orgullos@ de proclamar que se lo ha leído. En realidad lo ha leído más de 3 veces y lo tiene en la mesilla. Ha visto la peli, y tiene hasta figuritas de los personajes.
2. Dice la verdad. Desde hace dos años no se ha vuelto a leer otro libro.
3. Es mentira. En realidad no lee.
4. Es mentira. No te quiere decir la verdad para que no pienses que es un@ pedante.
5. Es mentira. Tiene la vana esperanza de que sea uno de tus libros favoritos. Se enzarza en alguna discusión (de ésas que te dejan ojiplática) sobre el libro.
Sé que es duro asimilarlo, pero creo que la mejor opción es encontrarse a un@ “2”.
Pero lo peor es cuando dicen “¿y tú?”. ¿Qué responder?
a) La verdad.
b) El Código Da Vinci, mira tú, ¡qué casualidad!”. Y ya si pones a la vez ojos de cordero degollado cuela seguro. Entonces cambias de tema y le dices “ho una voglia matta”. Pillas fijo.
c) Momento “ha pasado un ángel”. ¿Se está bien por aquí, no? (te vas corriendo a por una cerveza al otro lado del río).
d) Sales corriendo y huyes de la ciudad.
Si me responden que están releyendo “El lobo estepario” (me ha pasado) son inmediatamente tachados de la lista de “posibles”. Porque si te dicen algo así significa que:
1. quiere impresionarme y/o
2. me toma por tonta (de las que tienen en la mesilla no sé qué tipo de libros).
En cualquiera de los dos casos no merece la pena.
En mi clase del año pasado había un chaval que siempre traía ciertos libros en la mano, con la portada para fuera, para que todos viéramos qué libros se leía. Era insportable. El mismo tipo vive este año en Roma, y fue el que me dijo lo de “El lobo estepario”. Desde ese día, no sé por qué, lo tengo crucificado.
Porque, para ser sinceros, ¿a cuántas personas conocéis que relean ese libro?
(si la respuesta es un número mayor de uno quiero teléfonos).
1 comentario:
Lo he releído ¿volverás a hablarme?
(El lobo estepario, no el código davinci, ¿eh?)
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