28 de junio de 2010

nona, nona, nona, no......

Me gusta el fútbol desde que tengo uso de razón. Si tuviera que elegir dos hobbys en mi vida serían, por este orden, el fútbol y los libros. Recuerdo que siempre jugaba con mi padre en el pueblo, al principio porque nadie quería jugar conmigo, y también porque él se dejaba ganar siempre (él era Zubi, yo no me acuerdo quién era, probablemente el Buitre).
Poco a poco me fui abriendo hueco por cabezonería, aunque también me llevé disgustos (en 1º de E.G.B. tuve que renunciar al fútbol porque "no era de chicas" y apuntarme a clases de sevillanas - supongo que por eso bailo tan mal-)...en el colegio empecé a jugar co 8 años, en 3º de E.G.B.

Mi primer balón rojo costó 850 pesetas, creo que fue mi primera y única inversión ganadora.

Recuerdo todos mis veranos en el pueblo jugando, las gafas empañadas al subir a casa, las broncas de mi abuela por jugar al deporte de los chicos, mis ganas de correr más deprisa (y no poder), el “alemán” al que nunca perdía, el “no pasarán” que entonces empezaba a aparecer… . Recuerdo con mucho cariño cosas tan absurdas como el balón oficial Adidas Etrusco, el mundial del 94, las alineaciones del Real Madrid....con el 3 Gordillo...

Dado que al ser chica las posibilidades de que me pasaran el balón eran cercanas a 0, me hice portera, y jugué siempre de portera (con poco talento a decir verdad). Por un cabezazo en un corner me falta un trozo de paleto (herida de guerra, claro), todos los esguinces (menos aquel de “fui a comprar el periódico y me tragué un bordillo” son de fútbol, una caída en que estuve a punto de partirme la espalda (modo friki: niña de 7 años que intenta hacer una chilena para impresionar a las otras niñas) también viene del fútbol.

El año que jugué al balonmano, lógicamente, estaba también de portera, con lo que adquirí algunas maneras de portera de balonmano que me gustaban mucho.

Ser del Madrid era casi una obligación. Me sabía el himno de memoria, la historia (todo, desde número de títulos como fechas, alineaciones de cualquier época, entrenadores, las estadísticas más absurdas como quién metió el gol 1000 del Madrid en Liga o el día de debutó Zutanito en partido oficial), me enfadaba si perdían….el carnet de socio de mi padre era como una reliquia…. una equipación que tuve y que me duró un año (crecer, es lo que tiene), o la camiseta de Davor Suker que llevaba muy orgullosa el día después de la 7ª Copa de Europa... (nota: ya escribí sobre mi pasión por el Suker-futbolista hace mucho tiempo en este blog).

Cuando mi padre se iba al estadio mi hermana y yo pasábamos la tarde en casa de mis primas “ricas” jugando a la Barbie y a la Chabel (o Mabel, no me acuerdo cómo se llamaba). Como mis padres no tenían un euro, nunca me compraban muñecas de esas (de las de letra pequeña en el anuncio “producto superior a 5.000 ptas”), así que mi hermana y yo mirábamos mientras las otras niñas jugaban. Yo me moría por estar en el campo, claro.

Ese sueño lo cumplí en 1994 en un partido homenaje a Juanito contra el Paris Saint Germain. Entonces en el Bernabéu había vallas y se estaba de pie. Recuerdo que nevaba ligeramente y me cubría la cabeza con una bufanda madridista. Y a 3 metros Zamorano, Chendo, Sanchís, Hierro, Valdano... .

Fue uno de los mejores regalos que he recibido en mi vida.

Nunca he vuelto al estadio. El tiempo se ha llevado todo eso que yo vivía. Probablemente por eso a los 26 años soy muy feliz cuando juego.

Ahora soy del Barça por convicción personal. Pero el día que el Real Madrid juegue de nuevo bien al fútbol me acordaré del Ferrari rojo de la Chabel pasando a toda leche por un pasillo de una casa ajena (llena de hamsters)…y de una nona que no quería nunca jugar a las muñecas.
(*) nona era uno de mis motes familiares

1 comentario:

Fermina dijo...

Muchas veces cuando te dan un balonazo sangras por la nariz o por las orejas, de ahí mi prudencia infantil.No me gustaba sangrar, aunque me guste la morcilla. Por otra parte mi alegre sobrepeso, bien merecido a base de sobredosis de croquetas, me impedía escapar con dignidad.
Mola un montón que te gustara tanto el fútbol, admiro tu coraje.
Viva la Inés, nuestra reina del pa contrarias!!!