21 de enero de 2007

Una rata en las entrañas

Por cinco euros a la hora Magda servía perritos calientes en Cipro (zona Museos Vaticanos). El precio mínimo de una habitación individual en la ciudad es 400 euros más gastos (de 250 a 350 en caso de media habitación doble). Mi casero tiene 2 pisos que alquila (sin contrato legal, ciudad sin ley) y pasa las vacaciones de verano en mansiones de Túnez con playa privada. Cuando quise ir a los Museos Vaticanos era domingo, el único domingo gratuito del mes, y la cola a las 8 de la mañana daba casi una vuelta a su “pequeño país”.

Los estudiantes de historia del arte o arquitectura (con carnet falso o verdadero) no tienen descuento en el Vaticano (en nada de lo que está bajo las órdenes de la Rata). Roma está invadida por monjas y curas, y mientras ellas y ellos no pagan en el transporte público (supongo que eludirán la multa por razones divinas) seguirán existiendo familias enteras que literalmente huelen a mierda y que van a comer a la mensa universitaria porque no tienen dónde ir. Existen, cómo no, los gilipollas que, en nombre de la calidad universitaria, quieren quitar de su vista a todos estos “pobres”. Vamos a limpiarnos la cara y la conciencia. La Roma hipócrita y enferma que cantaba R. Zero se refleja cada día, gira la cabeza para no ver la ciudad que ha conseguido. Fiel espejo de sus habitantes inmundos. Seguid viniendo a Roma. La escalinata de Piazza di Spagna está manchada, el Panteón está manchado, el Colosseo está manchado. Antes morían en estas paredes los pobres de los grabados de Piranesi. Ahora mueren como ratas acorraladas en apartamentos donde viven quince o veinte asiáticos que se ganan la vida vendiendo paraguas en Termini o rosas para ti, ciudadano de primera, o artificios para hacer pompas a 3 euros. Ciudadano de primera en tu Fiat Panda de 15 años, paseas por Principe Amedeo entre tiendas de chinos extrañamente vacías y, mientras no te da para la gasolina, tras de ti van los BMW de todas las mafias chinas que, te quejas, están invadiendo tu ciudad. Si es que Roma no es lo que era.


Pero tu ciudad lleva mucho tiempo invadida. Roma tiene una gran rata en las entrañas.

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