Te busqué en la memoria
y tú no estabas
donde se alojan los buenos recuerdos y tardes negras.
Te busqué en la sombra
y tú no estabas
donde el fuego consume y quita
y mata y ama, y mata.
Te busqué en el verde de la esmeralda
y tú no estabas
donde brillaba el sol no te encontraba.
Te busqué entre las risas que me acompañan
y tú no estabas
donde el verso fácil y la palabra.
Te busqué en lo finito, lo posible que es
en las casas cerradas, en todos los años,
en las metas de caminos, en los paradores,
en todos los ríos, de principio a fin.
Y tú no estabas.
Donde te busco no sé encontrarte.
Buscaré aún más lejos, carretera eterna,
en lo infinito del sueño, de la primavera.
Todo es. También tú.
En alguna parte donde nada acaba.
(*) Escrito el 1 de junio de 2004. Sigue vigente.

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