29 de marzo de 2010

Elemental

Hoy he pensado que me habría gustado ser detective. Llevar casos, investigar misterios, asesinatos, desapariciones. Entrar en silencio en la mente de alguien que ha traspasado los límites de la “normalidad” para situarse en la del criminal sin escrúpulos. Y cazarlo. Detective, de esos con pose afectada en la sombra de la noche, analítico y sagaz, atento al más mínimo detalle.

Cuando todo el mundo comenzaba a leer revistas preadolescentes precursoras de valores tan interesantes como el heteropatriarcado, el machismo, la sumisión femenina, o la importancia de la estética (muchas veces a través de la tortura), yo quería ser Sherlock Holmes.

Esa revistas siguen existiendo (y siguen acompañándonos, convirtiéndonos a la vez en crápulas y esclavas), a la vera de personajes con sombra y sueño; mientras yo me pregunto dónde se habrá quedado esa ilusión…. perseguir a malajes en la sombra, o fumar un cigarro mientras anochece en el puente de los suspiros y ella no viene (porque “ella” nunca aparece en esas escenas).

Creo que estoy en disposición de intentarlo de nuevo, y aceptaré cualquier caso que se me presente. También tendré que aprender a fumar.

2 comentarios:

eigual dijo...

Tu podrías ser cualquier cosa que te propusieses..

Lo de fumar no creo que te haga falta. A mi me da mucho asco. No sé a ti.

Un abrazo.

Inés dijo...

fumaría en dos dimensiones, como en las pelis en blanco y negro. seguro que fumar en blanco y negro no perdjudica la salud:).

besos