14 de octubre de 2010

Oportunidades y trenes (II)

Ahondando un poco más en los miedos, envíe hace pocos días uno de esos emails de madrugada cuando no te puedes dormir porque hay una serie de cosas que te agobian/hacen pensar a una persona a la que quiero infinito. Una persona que, además, cuando ha tenido que decirme algo en contra de lo que me hubiera gustado escuchar, lo ha hecho. Una amiga, vamos.

Mis miedos, por lo general, circundan los mismos temas: encontrarse a la vuelta que “nada es lo que era”, que cambie la vida y la gente, olvidarme de la sonrisa de la mujer araña, el nudo en el estómago de quien sabe que se tirará a la piscina, porque siempre se tiró y siempre ese hecho (tirarse a la piscina) le cambió la vida….miedo a lo desconocido y, todo el tiempo, a olvidarse de la sonrisa de la mujer araña (o no volver a estar más en su vida, lo cual es muy probable).
Si lo pienso así realmente la pregunta es "entonces ¿por qué quieres irte?". Puedo quedarme y seguir con mi vida como hasta ahora (diversión y trabajo a partes iguales, desarollo profesional lento pero más o menos seguro, una vida estable, ordenada, donde todo es conocido). Y la respuesta es inicialmente por la posibilidad de un desarrollo profesional más acorde a 1. mis gustos y expectativas y 2. mi cualificación y futura cualificación, y como segunda razón ....la idea de que todavía no tengo una hipoteca (afectiva ni de la otra) lo suficientemente fuerte como para no intentarlo. La tercera razón es la de la de iniciar una aventura (experiencia vital) desconocida y atrayente a partes iguales ("cuando inicies el viaje a Itaca, procura que el camino sea largo" decía el poeta).

Éstas fueron algunas de sus respuestas (partes del mail me las salto porque hacen referencia a nombres y personas concretas).

Lo que tienes es miedo a lo desconocido.
La gente que te quiere, te querrá siempre, y aquellos que a la vuelta no estén lo probable es que los hubieras perdido de otra manera.
¿Qué te puede ofrecer esta oportunidad???
Absolutamente todo.
Todo lo que te da miedo perder, ya lo has ganado, ahora tienes la oportunidad de seguir ganando.
Porque estás viva, más de lo que la mayoría de la gente se atrevería a imaginar. Claro que la gente hará su vida, y tú la tuya, y no tengas miedo a olvidar sonrisas, porque quién sabe de qué sonrisas te enamorarás...

La felicidad no es un destino, es un camino, disfruta del tuyo y de esa decisión.

Y sobre todo que qué coño, que sólo tenemos una vida, ésta, y que se puede acabar hoy...mañana, pasado….que le den al miedo.

Para acabar con unos versos de Horacio sobre no considerar los inviernos que nos dará Júpiter:)

Pero mi duda es la misma…sé que la madurez me ayudará a impedir efectos colaterales dañinos de este viaje…pero ¿seguirá la mujer araña en mi vida?....sé que no la querré como la quiero ahora pero….quiero que siga presente (porque ya hubo una mujer araña que se esfumó lentamente cuando fui a Roma), real, tangible, exacta, dura, hermosa.
En realidad, para ser exactos y la oportunidad se me presenta clara delante de los ojos, si inicio este viaje, si tomo este tren....tengo casi un año para apuntalar esa parte de mi vida. Que le den al miedo.

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