21 de noviembre de 2010

Estambul (I). Aprender


Estambul. 7 días en la ciudad que encierra el universo entero. Quedarme con sensaciones, aprendizajes, flashes que me llevan a recuerdos y miradas que valen. Recordar que lo importante es que los ojos no dejen nunca de sorprenderse. Una sonrisa de un comerciante en el bazar, cuando dice "watch your steps"...una sonrisa que había soñado hace unos años, supe que un día encontraría. Fue allí, y la sonrisa decía "sinceridad". Darme un paseo de media hora por Sultanahmet y que no me invada ningún vendedor al grito de "Mari Carmen" (es motivo de estudio científico), recreándome en la ciudad. Dos turcas que cruzan la vía del tranvía con un retrato a tamaño natural de Atatürk. Estambul es todo el universo, concentrado, desde el hammann con vistas al cielo. Los sonidos de los rezos. El agradecimiento de un mu(n)do que recupera su mochila a las puertas de Santa Sofía. Sentir que ése es el recuerdo justo del templo. Fotos que me queman en las manos. Ese naranja que me llena la vida. Amar las losas que un día pisarán tus pies cuando visites este mundo concentrado, este universo. Y, la noche antes de irme, que me regalen en directo una canción a más de 3.000 km.






Aprendí que no puedo elegir ser feliz, pero sí puedo elegir intentar serlo.

2 comentarios:

anita dijo...

buf, me has recordado por qué me gusta(ba) escribir, (re)contar(me) las cosas y reinventarlas (a mi modo)

y también me han dado ganas de ir a pisar el universo en Estambul

Inés dijo...

estambul puede esperar. que sigas escribiendo no.bonanit